domingo, 27 de marzo de 2011

UNOS DÍAS DE ORACIÓN COMUNITARIA

Los días pasados, 21, 22 y 23 de marzo tuvimos la oportunidad de sentirnos acompañados por la Palabra de Dios, y la reflexión y oración personal en los ejercicios espirituales parroquiales.

La cuaresma nos brinda esta posibilidad a todos los cristianos para, en medio de la vida diaria, tener un espacio personal y comunitario a la vez, y pararnos para acoger el paso del Dios de Jesucristo en nuestro andar cotidiano.

Esta experiencia, que ya lleva muchos años celebrándose entre nosotros, ha contado con la aceptación de un valioso grupo de personas que se han acercado hasta la capilla del convento de las hermanas Concepcionistas de nuestra ciudad.

Nos hemos acercado a la experiencia del Padre en nuestras vidas desde las claves de la conversión que siempre nos brinda la lectura creyente del Profeta Isaías; la importancia de la compasión de un Dios diferente entrando de lleno en la narración de la parábola del Buen Samaritano; y cómo, esta verdad acogida y orada, nos lanza a la vida diaria con cara de resucitados para intentar vivir la esperanza en medio de las alegrías y tristezas diarias.

Toda esta reflexión siempre estuvo acompañada de momentos de oración personal y comunitaria para hacerla vida y experiencia en nuestro interior.

Cada día terminaba con una pequeña charla, aunque también es verdad, que muy unidas a las meditaciones anteriores: Cómo escuchar a Dios para que aceptemos a mirarnos a nosotros mismos y a los demás, y así, poder mirar nuestra realidad como Él lo hace, y vivir nuestro ser cristianos en medio de este mundo.

La satisfacción de las personas que han participado, alrededor de ochenta, ha sido muy buena y con esta acogida, seguramente, seguiremos repitiendo esta experiencia en años venideros.