Los compañeros en Cancho Roano |
En nuestras comunidades parroquiales es necesario potenciar la oración de todos, … son muchas las acciones que se llevan a cabo para animar esta necesidad tales como encuentros de oración mensual, vigilias con motivos de los tiempos fuertes o de las solemnidades, momentos de oración en los movimientos de la iglesia, … etc, … y estamos acostumbrados a introducir la oración por las vocaciones a la vida consagrada y especialmente al sacerdocio, para que Dios Padre las aumente en el mismo corazón de nuestras parroquias.
D. Antonio y D. Francisco |
Pero, si orar es muy importante, compartir la vida sacerdotal es muy necesario. Y así lo hemos vuelto a vivir los sacerdotes de esta Vicaría de la Campiña y la Serena por cuarta vez en los últimos años. Y supone un momento de convivencia, de alegría, de encuentro, …. muy sencillo, pero cargado de intensidad. Tan bello es este día que nos acompañaron algunos “sacerdotes decanos y jubilares” de esta bella zona, … nos acompañó D. Antonio y D. Francisco, … todo un lujo para nosotros.
En la última semana del mes de mayo fuimos congregados y acogidos por los compañeros del arciprestazgo de Castuera-Zalamea, que eran los que organizaban el encuentro de este año. Y a la llegada nos acogieron con una taza de café y unos dulces, que siempre vienen bien, en el pequeño pueblo de Docenario. En este mismo lugar, en su pequeño templo parroquial rezamos la hora intermedia y tomábamos algunos coches para visitar las ruinas de Cancho Roano, … un lugar realmente encantador en medio de toda una dehesa de encinas. Allí nos acogió el guía y nos mostró el centro de interpretación de este espacio y las ruinas descubiertas en el lugar.
Qué buenos y ricos que están |
Y tras esta visita cultural llegamos de nuevo a Docenario para poder compartir la comida del medio día, … unas tapas de entrada y la paella para todos. ¡Qué bien sienta compartir la mesa y la amistad con los compañeros de esta amplia zona! Y nos despidieron con unos sencillos pero suculentos regalos para todos. Estos regalos son los “pequeños sacramentos” de la amistad y de la vida ministerial compartida.
Casi sin darnos cuenta, ya estamos emplazados y convocados para el encuentro del año que viene, que estará perfectamente organizado por los hermanos de la campiña Sur, … ¡todo llegará y volveremos a disfrutarlo!.