sábado, 17 de marzo de 2012

MONÓLOGO CON SAN PEDRO - Primera parte -

Os dejo la reflexión de esta noche en la Vigilia de Oración por las Vocaciones al sacerdocio. Lo escribimos en el equipo sacerdotal del año 2006 cuando algunos andábamos por Jerez de los Caballeros. Tan sólo he modoficado algunas cosas para el fin de esta noche. Como es muy largo os lo dejo en dos entradas en el blog parroquial. Leedlo, y os aseguro que merece la pena y os gustará, ... y no es falsa modestia.

MONÓLOGO CON SAN PEDRO ( I )
            Queremos acercarnos, amigo San Pedro, a la globalidad de tu vida y así intentar llegar a la experiencia profunda de la fe que nos reúne en esta tarde para celebrar esta Vigilia de oración en la que pedimos al Padre que suscite de nuestras comunidades parroquiales las vocaciones tan necesarias al ministerio sacerdotal.

            Tú eras el caminante que acompañaba a Jesús esperando honor y gloria en el Reino que se instauraría en la tierra y terminaste siendo testigo del Mesías en la propia debilidad humana, cargada de luz y a la vez de cruz, ... realidades, ya desde entonces, inseparables para siempre.

            Entendemos que no fue sencillo, - las cosas importantes nunca son simples –, pero sí fuiste invitado personalmente con tu hermano Andrés en la orilla del lago de Galilea, ... “ Veníos conmigo y os haré pescadores de hombres. Ellos dejaron las redes y lo siguieron” ( Mt 4, 18 – 20).

            Te cautivó la voz y el gesto del Maestro ( Rabbí, en hebreo), ... su fortaleza de espíritu, la profundidad y la sencillez de su enseñanza, ... “Bienaventurados los pobres, los que trabajan por la paz, los que lloran, los limpios de corazón, ...”; te sorprendió aquel sermón del monte y las muchas parábolas que definían la acción del Reinado de Dios; ... te conmovía que llamara a Dios su Padre ( Abba), y padre nuestro; ... y te ilusionaba la novedad de aquellos signos – milagros – a favor de la fe de los que le rodeabais, .....

            Se estaba cumpliendo la profecía mesiánica del siervo de Yahvé escrita por Isaías, ... “ El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande” ( Is 9,1) ... y de esta forma le confesabas abiertamente en Cesarea: “ Tú eres el Mesías, ... el Hijo del Dios vivo” ( Mt. 16, 17 ) ... le concedías el mayor título posible a un judío como tú.

            Y  se comprueba en las escenas siguientes de tu vida, que Jesús te quería desvelar todo el secreto de su misión, ... y cuando no coincidían sus palabras con tus intereses personales, ¡ bien que te revelabas !, porque tanta ilusión de grandeza, ... tanta posibilidad de éxito, ... tanta mirada de poder, honor y prestigio, ... no podían ahogarse tras las murallas de Jerusalén; .... recriminabas, al que anteriormente habías confesado como Mesías, que no podía caer en las manos de los jefes de los sacerdotes y de los maestros de la ley. Es más, Jesús tuvo que decirte: “ eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son como los de Dios, sino como los de los hombres” ( Mt 16, 21 – 23). Algo insólito para ti era el significado de aquellas palabras y las que siguen: “ si alguno quiere venir tras de mí, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz y me siga .... ¿ de qué le sirve a un hombre ganar el mundo, si pierde su vida?” ( Mt 16, 24 – 26).

            Sabes por experiencia, amigo Pedro, que muchos se marcharon, ... aunque tú permanecías junto a Él; y le confesabas de nuevo ante el grupo de los discípulos, ... “ ¿ A quién vamos a ir, Señor, si tú tienes palabras de vida eterna?” ( Jn 6, 68 ).

            Tras estos acontecimientos que se debatían en tu interior, entendemos que necesitabas un aumento de fe en aquel Monte Santo de la transfiguración para no dudar más de la palabra del Mesías, .... aunque mucho nos tememos, hermano Pedro, que no entendiste el significado de aquel signo en el monte del que había que bajar para madurar en el valor del servicio, ... de la entrega, ... de la renuncia, ... de la misma muerte, ....

            Seguías empeñado en ocupar un puesto privilegiado en aquel futuro reino de poder, de actitud altiva, ... de gloria humana, ... porque eras de los que te indignaste con los hijos de Zebedeo cuando su madre pidió un puesto de honor para cada uno de sus hijos, ... y disfrutabas cuando Jerusalén abrió sus puertas “al bendito que viene en nombre del Señor, ...  Hosanna al Hijo de David ” ( Mt 21, 9 ). Aquella empresa de seguir a Jesús comenzaba a prometer, ... el reino definitivo se acercaba, ....

            Y en muy poco tiempo tendrías que aprender la lección más seria y comprometedora de tu vida, .... el cetro de Jesús era la revolución religiosa de que Dios tiene opción preferencial por los más pobres; ... su Reino es la vida entregada servicialmente a los demás; .... y el trono sería una cruz de brazos abiertos, dispuesta a acoger en ella la donación máxima de la fidelidad a Dios y del amor a los hermanos, ....