miércoles, 5 de junio de 2013

EL CORPUS NOS INVITA A SER ESPERANZA


El domingo pasado celebrábamos la Solemnidad del Corpus en toda la Iglesia. Y siempre recordamos aquella célebre frase de los “tres jueves que brillan más que el sol”: Jueves Santo, Corpus Crhisti y día de la Ascensión. O la que se suele decir aquí entre nosotros: “eres más grande que el día de la Juncia”. Así nos gusta vivirlo y compartirlo con los demás. Es la celebración más significativa e importante de toda la Iglesia, además del “día de la Caridad” para trasladar a la vida el compromiso de partir, compartir y repartir el pan con aquellos que no lo tienen o a los que se les ha privado del mismo.

Este día nos regaló una preciosa mañana cargada de luz que nos invitaba a salir y no estar en casa. Era la mañana de la fiesta, del encuentro, de estar con los demás, de las campanas sonando desde bien temprano y que nos invitaban a sentarnos en torno a la misma mesa para escuchar una frase: “Este es mi cuerpo, … esta es mi sangre”, … y la invitación ¡Haced esto en conmemoración mía!. Celebrar, conmemorar, recibir, y trasladar a la vida cotidiana, al compromiso de cada día, cuanto hemos celebrado; y hacer memoria diaria en la historia de la presencia de este Jesús que permanece siempre vivo entre nosotros.

Pero quiero rezar y agradecer lo que se vivió festivamente ese día y los días anteriores. Este es el día de la Caridad y nuestros voluntarios de las tres Cáritas parroquiales se encontraron días previos para rezar juntos y compartir las primicias de la fiesta; además de atender solidariamente a las personas a las que se les presta ayuda en esa misma semana. Y doy gracias por cada uno de ellos y por la innegable labor cercana y servicial que prestan en el corazón de nuestras parroquias y en centro de las familias que recurren a esta necesaria ayuda.

Agradezco que el jueves anterior, en la Parroquia, celebramos una Vigilia de Oración en torno a la Eucaristía con el grupo de Adoración Nocturna y las personas, que fueron muchas, que se unieron para rezar comunitariamente. En estas celebraciones dejamos a un lado las prisas y nos centramos en este sacramento de fe, de unidad y de reconocimiento fraterno. Una Vigilia en la que en el centro situamos a Cristo Eucaristía y que nos llama a estar junto a Él y a trasladar a la vida de cada día cuanto celebramos y conmemoramos.

¡Y qué domingo del Corpus! … las tres comunidades parroquiales celebrando juntas en el templo, con todos los sacerdotes; los coordinadores de las Cáritas Parroquiales y voluntarios; las asociaciones eucarísticas y más de ciento cincuenta niños de primera comunión con sus catequistas y familias; todas las asociaciones religiosas de las comunidades allí presentes, … autoridades municipales, … fieles que abarrotaban el templo, … y un gran respeto y silencio durante la Solemne Eucaristía. Y al término de la misma se iniciaba la procesión con el Santísimo por nuestras calles, con una novedad: no salía la Custodia en una carroza y a mucha altura, …. sino en unas pequeñas andas portadas por ocho jóvenes y poder realizar las paradas necesarias en los altares. Un Señor Eucaristía al alcance de todos y no encumbrado a las alturas; una eucaristía cercana, joven, alegre, sencilla y humilde que invita a ser mirada y acogida, …. parábamos en los altares, incensábamos y  hemos vuelto a situar al Santísimo en los tres altares de las tres Parroquias para bendecir con Él, … tradición que se había perdido entre nosotros desde hacía muchos años.


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Necesito dar gracias al Padre por lo vivido. Necesito agradecer a tantas y tantas personas que regalan y ofrecen su trabajo, su tiempo, sus ganas, sus ilusiones para que este día vuelva a ser el más importante en la celebración de la Iglesia. Necesito agradecer a estos jóvenes que han portado al Santísimo por acercarlo tanto a los demás; agradecer a los chavales de la banda de Jesús Nazareno y a sus familias y cofradía el precioso altar realizado en la calle nueva frente a la capilla del Colegio de las Hijas de San José; a las personas anónimas que han engalanado fachadas y calles para el paso del Santísimo; agradecer el esfuerzo en la realización de los altares de los templos parroquiales; … a todos los que viven esta celebración con intensidad y con una fe que nos lleva a compartir lo que somos y tenemos con los demás, ….

Agradecer e invitar: el próximo año tenemos que mejorar un poco más; … tenemos que hacer esta celebración más nuestra; … con un Señor más cercano, y que nos llamará a todos a llevarlo en la vista, en la celebración, en el corazón y en la vida de cada día.