· El relato de la curación del ciego de nacimiento permite descubrir la tensión creciente entre los judíos, en especial del grupo de los fariseos, y Jesús. Su práctica, cercana a los pecadores y llena de compasión y misericordia con ellos, despierta el recelo y la desconfianza. Aferrados al cumplimiento puntilloso y exagerado de la ley, son incapaces de «ver» y reconocer la presencia de Dios en la persona de Jesús.
· La narración utiliza en clave simbólica el dualismo «ver-no ver», como una expresión de «creer-no creer». El ciego, que no veía desde su nacimiento, recupera su vista por la acción de Jesús sobre él. Entonces «cree», se hace discípulo, lo defiende y lo reconoce como Señor y enviado de Dios (por eso al final se menciona el gesto de arrodillarse delante de Jesús).
· Jesús desautoriza una visión alienante de la religión que enseñaba que la enfermedad era consecuencia del pecado (que llegaba, incluso, a transmitirse de padres a hijos ). El pecado consiste en permanecer al margen de la acción de Dios, negar su presencia y gratuidad, su acción liberadora y santificante.
· En Cuaresma estamos llamados a dejarnos «tocar» por las manos de Jesús, como el ciego, para vivir la conversión del corazón. Reconocer y creer en Jesús, Dios de la Vida , que se acerca a nosotros para ofrecernos su Luz que libera.
Puedes reflexionar sobre estas cuestiones:¿Cómo nos sentimos en la oscuridad? ¿Qué nos pasa cuando no hay luz? Relacionar esto con nuestra experiencia de Dios. ¿Cómo nos sentimos al alejarnos de Él?
¿Necesitas la luz de Jesús en tu vida? Pídele al Señor que en esta Cuaresma te libere de tus cegueras personales... Ofrécele tu vida para que El cambie aquellas actitudes que te impiden vivir en su luz.
Termina estos días antes del domingo orando con estas palabras:
Danos Señor tu luz,
para mirar la vida
con ojos de Evangelio.
Ayúdanos a confiar en ti,
con todo nuestro corazón,
para aprender a poner
en tus manos,
toda nuestra existencia.
con todo nuestro corazón,
para aprender a poner
en tus manos,
toda nuestra existencia.
Necesitamos cambiar y volver a ti.
Queremos vivir la conversión
y fortalecer nuestra fe.
Queremos vivir la conversión
y fortalecer nuestra fe.
Quita la venda de nuestros ojos
que nos impide descubrir a los demás
como hermanos.
Quita la venda de nuestro corazón
que nos impide sentir y vivir
movidos por tus enseñanzas.
que nos impide descubrir a los demás
como hermanos.
Quita la venda de nuestro corazón
que nos impide sentir y vivir
movidos por tus enseñanzas.
Aclara nuestra mirada, danos tu luz,
cambia la ceguera de nuestros pecados,
para creer y vivir como discípulos. Amén
cambia la ceguera de nuestros pecados,
para creer y vivir como discípulos. Amén