Nos encontramos sumergidos en medio de una sociedad que necesita la posibilidad de perdonar y de sentirse perdonada. La falta de perdón afecta a casi todos los campos de la vida, … familiar, grupos de cercanía, laboral, ...
La falta de perdón, de reconciliación, queda heridas abiertas que necesitan grandes dosis y tiempos de sanación y que sumergen la misma realidad dolorida en la desesperación, la angustia, y la tristeza.
La falta de perdón crea espacios de separación entre las mismas personas. Por un lado aparecerán los que se sienten ofendidos, perjudicados en su vida, …. Por otro estarán aquellos que obligatoriamente tienen el deber de pedir perdón; … también se encuentran las personas a las que se les ha pedido y rogado el mismo perdón y no lo han querido despreciándolo, … o aquellos que nunca van a querer pedir perdón por el mal cometido, ….
Jesús lleva el perdón hasta las últimas consecuencias. Perdona incluso a aquellos que le condenan – Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen -; es una persona que habla de la misericordia del Padre y él la siente y la vive como uno de los valores más importantes del Reino de Dios.
Juan 8, 1 – 11: la debilidad reconciliada desde el amor compasivo del Padre.
Hoy el evangelio de la mujer pecadora nos ayuda a mirar estas claves de la misericordia y del perdón:
- Es una mujer rota, hundida; … considerada como un mal en medio de la sociedad ya que intentarán apedrearla para manifestar públicamente su culpa, su pecado; es despreciada por los que la llevan ; no es querida, … y se sitúa en las veredas de la vida, en las zonas que existen pero que se ocultan, …
- La llevan ante Jesús y se encuentra con alguien que no la condena, … es más, la acoge y la perdona. Muestra la realidad de un Dios que no quiere espacios rotos en la vida de las personas, ni en medio del mundo; un Dios que desea el lenguaje de la reconciliación para sanar lo herido, y para humanizar lo deshumano, …
- Desde aquí, la vida de esta mujer queda reconciliada, … no han lanzado ninguna piedra, sino que cada uno ha sido capaz de aceptar que nadie es juez, ni verdugo de nadie; se ha encontrado con el amor del Padre que humaniza y reconcilia, … e invita a la paz en medio de la vida.
Hoy, en la sociedad y en la misma Iglesia, necesitamos las claves de este amor y de este perdón:
· Este humaniza las relaciones humanas.
· Nos hace más humildes y más necesitados de Dios y de las personas.
· Nos lleva a ofrecernos a los demás desde la clave del respeto y la misma compasión.
· Nos hace no ser jueces de nadie, ni situarnos en las alturas de la bondad para mirar con desprecio a los demás, …
· Nos hace vivir la gratuidad porque el amor es gratuito, compasivo y servicial, … no se engríe, ni es arrogante, …
· Y da una fortaleza muy especial a los que lo siembran y lo reciben en medio de este mundo, …
Que la Madre de Guadalupe, testigo de estos valores en la vida de su hijo Jesucristo, nos enseñe esta sensibilidad especial para vivir coherentemente el lenguaje de la reconciliación en medio de nuestra vida y de nuestra sociedad.