¡TÚ ERES UNA PÁGINA
VIVA DEL EVANGELIO!
Queridos feligreses y amigos:
¡Feliz sábado! Ultimo de este mes de mayo en el que de una
forma muy especial nos hemos acercado a la Virgen María con nuestra oración y
con nuestra vida. Hoy es un día de mucho calor en nuestra provincia. Nos tenemos
que cuidar y cumplir las normas establecidas de distanciamiento y uso de
mascarillas en los lugares públicos; y usarla cuando no estamos con las personas con
las que compartimos la vida familiar. ¡Ánimo y adelante!
En la eucaristía de hoy hemos proclamado el final del evangelio
de san Juan ( Jn 21,20-25). Jesús se
encuentra en las orillas del mar de Galilea, y tras establecer una conversación
con Pedro en la que el apóstol le declara todo su amor en el seguimiento, Jesús
lo confirma en la misión: “apacienta mis ovejas”. Jesús conoce
el corazón de Pedro; conoce su fidelidad y Pedro tuvo que descubrir su misma
debilidad en las negaciones a Jesús; sabe que el apóstol lo ama de verdad. De ahí la
segunda llamada: “¡Sígueme!”. Cada uno de los creyentes tiene su propia historia,
su propia forma de seguir a Jesús; incluso la hora concreta del descubrimiento del valor de la persona de Cristo en la vida. Nadie repite ni clona a
nadie en la respuesta. Esta siempre es personal, aunque pueda estar ayudada por
la comunidad.

Podemos firmar que el misterio de Jesús es inagotable. Lo
escrito aquí en este evangelio es el principio, porque ¿cuántas personas han
vuelto a escribir y descubrir la presencia de Jesús en ellas?. ¿Cuántas historias
narradas como verdaderos descubrimientos de cercanía y de presencia de Cristo
en ellas?. ¿Cuántas opciones de vida que han cambiado completamente el rumbo de
personas tras descubrir quién es Jesús para ellas?. Las páginas de los
evangelios se siguen escribiendo en la vida cotidiana y en medio de las
comunidades cristianas y en el mundo. Cada uno de nosotros puede escribir la
suya y si resuena como una Buena Noticia no te quepa la menor duda de que te
has encontrado con Jesús.
Después prosigue la misión: llevarlo, anunciarlo, y hacer
de tu vida un verdadero testimonio de
amor recibido y compartido con los demás, especialmente con todos los que más
te necesitan. Jesús sigue haciendo muchas cosas en la vida de las personas que
se encuentran con Él: “Si se escribieran todas no cabrían en los
libros del mundo”.

Así podemos ser una página viva de este evangelio que continúa viviendo y sirviendo a la misión del Reino de Dios iniciada por Jesús; misión a la que
somos llamados directamente por Él: ¡Tú, ven y sígueme!.
¡Feliz día; feliz víspera de Pentecostés! Esta tarde os
llegará un material de oración para vivir personal o familiarmente un tiempo de
vigilia pidiendo la presencia, los dones y los frutos del Espíritu Santo. Espero
y deseo que os sirva y os ayude. Os mando mi mejor saludo y mis bendiciones que
son de las que valen, ….