viernes, 22 de febrero de 2013

y BAJANDO, LLEGAMOS A JERUSALÉM


Hoy también sonó el despertador a las seis y media de la mañana, aunque algunos nos hacemos los remolones hasta las siete. A las ocho en punto dejábamos el hotel y el pueblo de Tiberiades con su significativo lago que nos recibía anoche para hacer nuestra última oración en este lugar y quería despedirnos para que, guiados, por la Galilea baja, poder llegar al monte Tabor, o monte de la transfiguración. Por la carretera dejábamos también una última mirada a la ciudad de Nazaret.

Llegamos a una explanada para subir después en los taxis hasta el mismo monte. Toda una experiencia con estos taxistas, porque cómo corren por estas subidas y las cientos de curvas de esta carretera. Gracias a que en la visita de Pablo VI se les ocurrió hacer esta  carretera y dejar el pequeño caminito que ascendía hasta el Monte. Si no es así, con ellos no sube en coche ni el tato, …

En su basílica hemos celebrado la Eucaristía en la bonita capilla erigida en honor del gran profeta Elías. Tiene esta basílica unos ricos mosaicos, especialmente el que corona el ábside de la misma: Jesús transfigurado, Moisés y Elías y los tres apóstoles que acompañan: Pedro, Santiago y Juan. En el exterior permanecen las ruinas de una iglesia de la época de las cruzadas. Desde las alturas se contemplaba a lo lejos el pueblo de Naím en el que Jesús revive al hijo de la viuda.

Al bajar del Tabor, pusimos rumbo hacia Jerusalén. Y comenzamos a descender por la depresión del río Jordán. Dejamos la Galilea y entramos en la zona de Samaría. Es grandísimo el esfuerzo y tecnología aplicada a estas tierras que han convertido un desierto en un auténtico vergel, con un aprovechamiento del agua, y unas zonas sembrada de miles de palmeras, y terrenos para el cultivo: cereal, todo tipo de hortalizas, viñedos, … Algunos pueblos y zonas quedan en los márgenes de la carretera como Jericó, que se encuentra en medio de un precioso oasis, rico en cultivos y especialmente en frutas, viñas y sobre todo palmeras de donde se extraen los dátiles y la miel de dátil. No pudimos entrar en el pueblo porque este espacio pertenece a la autonomía Palestina y en los últimos años no permiten la entrada de judíos. Este lugar es conocido por el milagro del ciego del camino, o por Zaqueo y el famoso árbol al que sube llamado sicómoro.. Y la zona de Samaría especialmente conocida por el pozo de Siquém y el encuentro de Jesús con la Samaritana, o por la parábola del buen samaritano. Ha sido todo un honor escuchar la sabiduría de Margarit, nuestra guía sobre esta zona.

En la margen izquierda, mientras bajamos, nos encontramos con el territorio fronterizo de Jordania. Y llegamos hasta las aguas del río Jordán, en el lugar que llaman histórico; donde aconteció el bautismo de Jesús por Juan el Bautista. A mí personalmente me ha gustado más este lugar que el habitual, lleno de mercado y de comercio. Hemos renovado las promesas bautismales con la profesión de la fe y el signo del agua del Jordán en nuestras cabezas. Todos la recibieron, y yo también desde las manos de Berna, el más joven de la expedición, …. Lo que se ha reído después de mí, diciendo que en caso de necesidad, él, cómo laico bautizado, ha tomado profesión de fe y echado agua en la cabeza de un sacerdote; … este muchacho promete, …

Marchamos a poca distancia hasta las ruinas del Qumrram, y ya estamos en la zona de Judea. A este lugar llega y se ubica una comunidad llamada y conocida como los esenios. Monjes que cumplían una misión concreta al estar en desacuerdo con la forma de vida de las autoridades religiosas en Jerusalén, y querían vivir de otra forma, más fieles a la ley. Este lugar es un auténtico desierto, muy seco en el que llueve poco o casi nada y ellos mediante un sistema de canales llevaban el agua que almacenaban de la poca lluvia caída en los montes cercanos;  y les servía para el consumo propio entre el que forman parte las abluciones que realizaban siete veces al día. Comunidad que desaparece con la dominación y revuelta romana a partir del año 70 d. C. En su margen derecha se encuentran las aguas del Mar Muerto. Aquí aparecieron los famosos papiros del Qumrram, hoy presentes en el museo del libro de Jerusalén, entre los que se encuentra el libro del profeta Isaías.

Y a la aguas del mar Muerto descendimos, a más de cuatrocientos metros bajo el nivel del mar. Un tercio del contenido del mismo son minerales, potasio, azufre, … y el resto es agua. Muy rico en medicina, especialmente de la piel y en cosmética. Tuvimos la oportunidad de bañarnos, …de caernos dentro de las aguas por la flotabilidad y el mismo fango,  y de reírnos, ¡de reírnos y mucho!,…  Y en este sitio desembocan las aguas del río Jordán.

Y después de duchados, y tomarnos una cervecita ( carísima, … aunque buena) pusimos el rumbo, la mente y el corazón hacia Jerusalén, … a la que llegamos alrededor de las seis y cuarto de la tarde. Vistas desde el lugar en el que Carlomagno maquinó el asalto a la ciudad y sede hoy de la universidad. Jerusalén es la ciudad más importante de Israel y única, con mucho valor para las tres grandes religiones: Judaísmo, Cristianismo e Islam. A Jerusalén llegamos cantando “ Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta y allá suben las tribus, las del Señor”. Es un honor estar aquí. Es un verdadero honor haber escuchado la mejor y más bonita explicación sobre esta ciudad realizada por nuestra guía Margarit. Nos ha tocado la vida y el corazón, y no ha ayudado a rezar por la paz en este país. Jerusalén significa “ ciudad compacta” ( ciudad unida, o ciudad de la paz). Hemos rezado porque así sea y hemos brindado con una copita de vino por ella. Y seguro que esta ciudad tocará la vida y el corazón de cada uno de nosotros en algún lugar o espacio en el que Dios hablará de verdad y con fuerza a nuestras vidas. Cada uno ha de encontrar el suyo; … yo lo encontré el año pasado y espero encontrarlo de nuevo este año. ¡seguro que sí!

Ya hemos entrado en la ciudad antigua, … en la preciosa torre de David, una parte del palacio del Rey Herodes para asistir a un espectáculo de luz y de sonido. Nos ha gustado mucho y ahora a descansar, … mañana será otro gran día.