A finales de agosto, … cuando el calor del verano comienza a remitir, aunque siempre nos queda mirar de reojo a cualquier día que nos quiera sorprender con temperaturas altas, comenzamos en nuestra comunidad parroquial la novena en honor de la Virgen María , en esta cercana y querida advocación de Nuestra Señora de Guadalupe.
Son muchas las personas de nuestra ciudad que en estos días comienzan su peregrinar andando hasta el mismo Monasterio para poner a los pies de la Señora de la Villuercas sus peticiones o sus acciones de gracias en una fe cariñosa, cercana, cargada de fuerza y de valor, … una fe viva en la vida del pueblo de Villanueva de la Serena. Y también somos muchos los que nos reunimos para celebrar la Eucaristía estos días y que la palabra de Dios cale en nuestro interior para ayudarnos a vivir el seguimiento a Jesús de Nazareth.
Hoy, y creo que siempre, las personas necesitamos encontrarnos con Dios y con el infinito regalo de su gracia, de su presencia. Y Jesús provoca este encuentro, … Él quiere que la persona llene su vida del amor de un Dios que no es lejano, que no se desentiende del hombre y de su experiencia vital, … sino de un Dios cargado de novedad, de experiencia de vida, de deseos de encuentro, de estar en la vida y en las decisiones que humanizan nuestra sociedad, …. Y Jesús, su persona, su palabra, su vida, … es quien provoca este encuentro, que en más de una ocasión, cambia la trayectoria de las mismas personas.
Jn. 4, 1-29: De la rutina y el desencanto a la presencia de la gracia.
- Jesús llega hasta el brocal de este pozo, situado en Sicar, cansado del largo camino y se queda sólo, - no en soledad -, porque sus discípulos han ido hacia el pueblo a comprar alimentos.
- A ese lugar llega una mujer samaritana a sacar agua del pozo, algo muy común en las tareas cotidianas del hogar de aquella época. Una mujer con su vida, con su historia, con sus necesidades, sus preocupaciones, … una vida más al fin y al cabo.
- Y es Jesús quien provoca el encuentro pidiéndole que le de de beber, a pesar de saber que judíos y samaritanos no se entienden, ni se hablan.
- Jesús quiere acercarse a aquella mujer que se sitúa en otro ámbito de lo religioso, que comprende las cosas de otra forma, … pero que se siente provocada por las palabras que el mismo Jesús le está diciendo, … es una mujer inquieta, que quiere conocer siempre algo nuevo, … una mujer que busca a un Dios diferente y no encerrado en el templo, … sino un Dios abierto a la vida, a las preguntas, a las dudas, a los problemas, … en el fondo es una mujer sedienta de otra agua, de otra Gracia, …. Sedienta incluso de sentirse escuchada y lo más importante, sedienta de sentirse amada por un Dios acogido, orado, … en espíritu y en verdad.
- Jesús aprovecha este encuentro para llevarle ese mensaje que tanto necesita, … la buena noticia que en su vida será “un surtidor de agua viva que le llevará hasta la vida eterna”. Jesús le presentará otra forma nueva de entender y de acoger a Dios, … una forma nueva de querer encontrarse con este Dios de la vida cotidiana, … de este Dios que tiene sed de los demás, …
- Y esta mujer escucha, … abre su corazón y su transparencia a la misma Palabra. Se deja tocar por dentro. Abre su vida, y comienza el diálogo, la relación, las pequeñas y grandes experiencias, el conocimiento personal…..y se da el proceso de apertura a la fe.
Aquí se encuentra la transformación de la vida. En dejarse interpelar por la Palabra , que siempre es nueva, … por la vida de este Señor que se hace el encontradizo en las realidades de la misma vida cotidiana, … en poder llenar nuestros cántaros vitales con el don de la gracia y de la presencia del amor del Padre, … en transformar nuestra forma de ver, de leer y de amar la misma realidad, para ir como la samaritana, con gozo, al encuentro de los demás: “venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho”.
A la luz de esta Palabra, mirando a la Madre , a nuestra Señora de Guadalupe debemos preguntarnos: ¿ Dónde está el pozo de nuestra vida para encontrarnos con el Señor? ¿Cómo está el cántaro de la gracia, … lleno de agua para volver a la sed, … o lleno del don de Dios para llegar hasta los demás con gozo y alegría?
María transformó su vida desde el encuentro con el “Dios cercano” en espíritu y en verdad: “ He aquí la sierva del Sierva del Señor, …hágase en mí según tu Palabra”. Necesitamos aprender de ella para acercarnos a Dios; para vivir la inquietud por el Reino; para buscar motivos y espacios en los que Dios sea conocido y escuchado; … y acercar a las vidas de los que nos rodean la posibilidad de llenar la rutina, la desesperanza, los desencantos, … con el don de la gracia, del amor, de un Dios que quiere llenarnos del agua viva.
Que nuestra Señora de Guadalupe nos haga sentir la verdadera sed de la mujer samaritana, …