viernes, 27 de marzo de 2020


¡ GRITA FUERTE !
Queridos feligreses y amigos:
Muy buenos días. Se por experiencia que me queréis mucho, pero eso no os exime corregir mis equivocaciones. Ayer os dije “Feliz miércoles” y estaba convencido de que era así, … jajajajajaja;  y hasta la tarde no me di cuenta de que era jueves. ¡No se ya ni el día en que el que vivo! Aunque mirándolo bien, un día menos de clausura que me queda a mí y a vosotros. ¡Jajajajajaja!

El evangelio de hoy nos puede ayudar mucho si hacemos una lectura del mismo desde la realidad que estamos viviendo. Pero precedido de la lectura del libro de la Sabiduría que nos dice: “ Acechemos al justo, que nos resulta incómodo; nos reprende nuestra educación errada; se declara hijo de Dios; es un reproche para nuestras ideas y sólo verlo da grima; declara dichoso el fin de los justos. (…) lo someteremos a prueba,a la afrenta y la tortura; y a muerte ignominiosa”. ( Sb 2,1a. 12-22)

Jesús vuelve a subir a Jerusalén y sabe que el desenlace final de su vida será en la ciudad santa. No va a ser aceptado en su pueblo. Pero nunca va a renunciar a enseñar la buena noticia y anunciarla para que resuene en el corazón del hombre. Quiere que se conozca bien a Dios, su Padre y nuestro Padre.

Por eso, en el templo de Jerusalén,  GRITA cuando habla del Padre para que todos lo conozcan y deseen su proyecto: “ no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; a ese no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de Él, y Él me ha enviado”. (Jn 7, 1-2.10.25-30)

Ser cristiano no es saber mucho sobre Jesús, aunque la formación siempre es buena. Es tener experiencia de Él en nuestra vida desde un encuentro con su persona, con el Dios vivo.  Por eso la Cuaresma nos llama a escucharle, acogerle, descubrirle cercano … el Señor quiere colmar nuestra sed de amor, llenar nuestra vida de sentido; y encontrarnos amados en Él.

Me llegaba esta mañana una reflexión que he querido hacer mía y ahora os la traslado:

La enfermedad del coronavirus tiene sus efectos y los muchos dolores que está creando en el mundo. Nos ha puesto al revés, nos tiene en jaque. No sabemos el final aunque deseamos que sea cuanto antes. Sólo podemos aceptar que está cambiando nuestras vidas, y que este cambio nos está haciendo sorprendernos de la bondad que atesora la persona y su capacidad de dar lo mejor de sí en momentos trágicos.

Hoy la queremos vivir desde la fe, …. puedo gritar que Jesús existió, que pasó haciendo el bien, que llevó hasta el final la voluntad de Dios en la Tierra, que puso muchos valores existentes al revés, que murió en una cruz, y que resucitó. PERO, nos preguntamos si sabemos realmente quién es Jesús?; sabemos qué es hacer realmente el bien?; cuál es la voluntad de Dios en medio de esta humanidad que ahora sufre y pide salud?; sabemos el porqué de tantos crucificados en la cama de un hospital?; su resurrección la observo en los signos de esperanza de los que están entregando su vida y están en primera linea de batalla contra este virus?”

Es la hora de aceptar nuestra fragilidad. Es la hora de mirar al futuro con mucha esperanza para ver dónde comprometer mi vida y en qué acciones concretas voy a recrear una mejor humanidad y un mundo mejor. Y, como no somos ni dioses ni adivinos, nos tenemos que preguntar hacia dónde queremos caminar y con quienes deseamos hacer camino de verdad y de vida.

Grita en tu oración al Padre para que veamos su voluntad; Grita por todos los enfermos, por los “gladiadores de bata blanca” de la sanidad, por quienes nos cuidan y trabajan a diario, por los que velan por nosotros, … entre todos podemos hacer crecer el proyecto de Dios en medio de este mundo; Grita pidiendo que los difuntos gocen de la paz del reino eterno y que sus familiares sean acompañados en estos difíciles momentos con amor y escucha; Grita orando porque crezca una verdadera fraternidad de acogida y de compasión; Grita para que la Voz del justo, del bueno, del honrado, del valiente, del comprometido, no sea acallada por poderes y decisiones que no tienen en cuenta el bien social y el de los más débiles.

Y profundiza en la experiencia de la fe. Ella acompaña y orienta nuestra vida. Da gracias por lo bueno que vives y que Dios Padre nos proteja y bendiga.

Feliz Viernes de Cuaresma, Viernes de Jesús entre nosotros, y de septenario en honor de Nuestra Señora de los Dolores, … no lo olvides. Un fuerte, por deseado, abrazo a todos.