¡ QUE SÍ!
Queridos feligreses y amigos:

Creemos en la existencia de un Dios Padre creador de
todo. En el amor de Dios todo brota, nace de la nada; por pura gratuidad de su
ser. Todo cuanto se crea es bendecido con su palabra: “¡hágase!, … la luz, la
tierra, el cielo, los mares y ríos, las plantas, animales de toda especie, y el
hombre y la mujer”. Y vio Dios lo que había creado y era bueno y muy bueno. Desde ese
momento la creación recibió autonomía de vida para generar más vida aún.
Pero la persona creada a imagen y semejanza del creador
no fue leal a Dios. Con nuestra libertad rompimos esa armonía de lo creado, esa
sinfonía perfecta de creación y vida. Llegaron las notas discordantes del
pecado y afearon la partitura y la belleza de la mejor obra conocida.
Y se hizo necesario otra obra maestra en la que los
protagonistas confiaran especialmente en el Creador. Otro “¡Hágase!” se estaba componiendo
en la mente del Autor desde la belleza de lo humilde, lo pequeño, lo sencillo y
cotidiano. La belleza de una pequeña mujer que tenía fe, gozaba de entrega y se
vestía de humildad para reconocer a Dios. Una perfecta sinfonía que sonaba en
el silencio y en la paz de un pequeño hogar: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. No temás, María
porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz
un hijo y le pondrás por nombre Jesús; es el Hijo del Altísimo. ( …) ¡Aquí está
la esclava del Señor; hágase en mí según tu Palabra!” ( Lc. 1, 26-38)
Se gestaba ese otro “Hágase” en las entrañas de la Madre
para que todo volviera a ser muy bueno y brotara una Nueva Humanidad en su
Hijo; recrear esta humanidad aún está en nuestras manos. Somos los nuevos
protagonistas de esta obra como lo fue María porque se prolonga en el tiempo.
Hay que dejar miedos y responder con esperanzas renovadas. Ofrecer un Sí de
confianza, de promesa, de fidelidad, de cuidado, de amor, de vida. Aprendamos a
decir que Sí … a Dios y a nuestros hermanos.

Os dejo con una sencilla canción para acompañar este día.
Que os hecho mucho de menos y rezamos unos por otros. Un, deseado y esperado, fuerte abrazo.