PASÓ HACIENDO EL
BIEN
Queridos feligreses y amigos:
Desde ayer, Viernes de Dolores, estamos inmersos en la
semana grande de nuestra fe: el tiempo de la Semana Santa. Lo viviremos de
forma diferente a otros años pero no con menos intensidad. Debe ser un tiempo
de interioridad, de silencio, con una reflexión importante sobre nuestra vida. ¿Dónde
están nuestros proyectos y cómo vivimos cada día? En algunas realidades
tendremos que empezar de nuevo; y otras habrá que consolidar en nuestra forma
de vivir y de actuar. Ayer os dejamos un material por las redes sociales para poder
celebrar las mismas procesiones de una forma diferente, pero con intensidad.
Cada día importante nos acercaremos con este mismo propósito. Es sencillamente
una pequeña ayuda que cada uno puede utilizar. Esperemos que os sirvan. ¡Ya es
sábado, vísperas del Domingo de Ramos!
La misma liturgia de hoy sábado ya nos pone en el aviso
del desenlace de los acontecimientos en la vida de Jesús. Cada jornada está
siendo más tensa entre los dirigentes religiosos y el mismo Jesús. Sus palabras
llegan al corazón de la gente y Jesús es seguido por grupos numerosos. Esto
entraña sus dificultades ya que Jesús incomoda sus pretensiones. Volveremos
siempre, desde el evangelio, a un principio básico en la vida: ¿nos mueve el
servicio y la entrega gratuita, o el poder y el prestigio a costa de lo que
haga falta? Por eso Jesús es incómodo ante los que tienen mucho poder, y más
aún cuando están hablando, como únicos interlocutores, en el nombre de Dios.
La realidad es dura y Jesús un peligro para sus intereses
personales. De ahí la afirmación del Sumo Sacerdote de aquel año: “os conviene que muera uno por el pueblo”;
(…) “y desde aquel día decidieron darle
muerte” ( Jn 11, 47-57 ). Aquí ya se anuncia claramente la persecución y la
muerte del Inocente.

Chocó necesariamente con el poder reinante. Los
dirigentes religiosos no van a aceptar que Jesús ponga a la persona en el
centro de su actuar; y si la ley y las costumbres, especialmente la ley del
sábado, tienen que ceder el puesto a la opción por el débil y por el que sufre,
bienvenida sea esa opción. Si le sumamos que se declara abiertamente Hijo de
Dios llamando a Dios su Padre, y enseñándonos a dirigirnos a Dios como sus
hijos, termina por romper el monopolio de lo religioso en manos de unos cuantos
dirigentes. Sus enseñanzas no son aceptadas porque queda al descubierto la vida
de aquellos religiosos que anteponían todo, leyes y costumbres además de su
poder personal, a las personas más indefensas. El final de toda esta historia
ya es predecible.
Hoy debemos tener una opción clara en nuestra vida
cristiana: ¿Qué nos afecta realmente en nuestra vida? ¿Nos dejamos afectar,
tocar, por esta situación que estamos viviendo? ¿Ponemos a Dios y a las
personas en el centro de nuestra mirada y de
nuestro actuar? ¿Anteponemos costumbres, normas y leyes a las
necesidades reales de los demás? Somos invitados a profundizar en las palabras
del evangelio; somos cristianos de la Palabra y en Ella encontramos el mensaje
central de la fe y de la vida, que no es otro que Jesús: “pasó haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el mal, porque
Dios estaba con Él”. (Hch 10, 38)
Y hoy sábado, día siempre dedicado a María, nuestra
Madre, pongamos en ella nuestro corazón y nuestra oración pidiendo
especialmente por esta realidad tan dura que estamos viviendo. Que Ella ayude,
interceda y proteja nuestras vidas. ¡Feliz vísperas del Domingo de Ramos!
Abrazos virtuales para todos.