UNIDAD DE VIDA Y TESTIMONIO DE FE
Queridos
feligreses y amigos:
Hoy ya es Viernes de Dolores. Este día abría, tras el
invierno, las puertas de nuestro templo parroquial para ver salir a la Virgen,
Nuestra Señora de los Dolores. Ella, la Madre, es la que inicia los recorridos
procesionales en nuestra Semana Santa. Y hacia la media noche hubiéramos acompañado la Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno en su traslado al templo parroquial. Hoy es un Viernes diferente, raro,
distinto, … pero no por eso tiene que ser menos intenso. Todas nuestras
Hermandades nos han acompañado con sus oraciones en los días de triduo y de
septenario y así lo van a seguir haciendo. Hoy nuestras bendecidas imágenes
no estarán en la calle físicamente, pero sí lo están en los que sufren, en los
que han fallecido, en los que acompañan, en los que velan por la vida, … ¡sí
están!. Y podemos acompañarlas con nuestra oración desde nuestras casas. Esta
tarde os llegará un material por wuassap para que, juntos, recemos a la misma
hora de la procesión y esta sea una procesión interior y llena de fe y de vida.
A los que queráis esta celebración me mandáis vuestro e-mail y también os la
haré llegar. Para todos y especialmente para la Hermandad de la Virgen, Nuestra
Señora de los Dolores, ¡feliz viernes!
En la liturgia de hoy seguimos adentrándonos en las
páginas de la lectura continuada del evangelio de san Juan, capítulo 10, versículos
del 31 al 42. En estas páginas seguimos encontrando el rechazo de muchos judíos a Jesús. El evangelista, en aquellas
primeras comunidades cristianas, vuelve a afirmar lo que ellos ya han aceptado:
Jesús es el Hijo de Dios: “porque tú,
siendo un hombre, te haces Dios”.

Pero sorprenden las reticencias que Jesús se encuentra
entre los suyos, incluso cuando ven las obras que realiza a favor de los demás y
que anuncian que el Reino de Dios está entre nosotros: “Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis; pero si las hago,
aunque no me creáis a mí, creed a las obras.” Vamos a pararnos un momento
en esta frase. Muchas veces criticamos las cosas que no salen bien o no se
hacen en nuestras comunidades parroquiales, pero pocas veces se valoran con
intensidad los pasos firmes que se dan sembrando el evangelio y compartiendo la
celebración y la vida con quienes tenemos cerca, y más aún con quienes lo
necesitan. También nosotros ponemos resistencias para creer en profundidad
incluso cuando se ven las obras.
No olvidemos que muchas de ellas, las buenas obras
realizadas, no van a salir en grandes medios audiovisuales y es casi mejor,
porque aquello que hemos recibido gratis, gratis hay que ofrecerlo, comenzando
por el don de la fe que es la que nos llevará a ser testigos de Jesús. El
testimonio de la fe lo pone al descubierto lo que realicemos en la vida.Y hoy
sobran predicadores y palabreros y hacen falta testigos.

A los que creemos en Jesús y nos disponemos a celebrar de
forma diferente, ojalá que con creatividad personal, estos días claves, pidamos
especialmente la unidad de vida y de actuación. Que partan de las palabras del
Evangelio con mayúscula, que es Jesús, y renovemos nuestra fe y nuestra vida en
Él.
Acudamos hoy a nuestra Madre, a María, Nuestra Señora de
los Dolores, para que ella acompañe nuestros pasos, tantas veces vacilantes, a
un verdadero encuentro con Jesús, el Hijo de Dios, sintiéndonos realmente
transformados. Feliz comienzo de estos días santos y os mando un fuerte, ya más cercano, abrazo.